Achoque: el ajolote que ha unido a la religión y a la ciencia.

Hemos encontrado en el sitio oficial de Facebook de la BBC News Mundo  un video acerca del Achoque (Ambystoma dumerilii), especie endémica del Lago de Pátzcuaro, en Michoacán. En el reportaje, se habla sobre la labor de las Monjas Dominicas en beneficio de la reproducción de este «primo» del ajolote mexicano. Observando los comentarios, notamos cierta polémica respecto a que la labor de las monjas es en realidad para lucrar con el achoque a manera de granja, haciendo como que «protegen» a la especie. Así que, resolvimos indagar más al respecto y esto fue lo que encontramos:

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Imagen de: patzcuaro.info

El achoque forma parte de las 659 especies de salamandras que hay en el mundo, 17 de ellas se encuentran únicamente en México. Tanto el achoque como el ajolote, se conservan en un tipo de estado larvario y tienen la capacidad de regenerar miembros de su cuerpo y órganos internos.

Según los Purhépechas, el Achoque es un animal sagrado pues viene directamente de la divinidad, y cuentan que fue así como llegó al Lago de Pátzcuaro:

Hace muchos años, en la antigüedad, había un dios muy malvado, siempre presumía y hacía cosas malas a los hombres y a los dioses. Entonces, los dioses decidieron deshacerse de él de una vez y lo enviarían al inframundo para que de ahí no pudiese salir y jamás volviera a molestarlos. Sin que se dieran cuenta, el dios los escuchó y en la peregrinación de los aztecas a la tierra prometida (Tenochtitlán), el dios iba pasando por el lago de Pátzcuaro y decidió esconderse ahí para que no lo encontraran, entonces fue como surgió el achoque.

 

Imágenes de: Alamy (Izq) y TV Acapulco (Der).

Dejando la mitología de lado, si eres nacido o has vivido en Michoacán en algún lugar cercano a la Zona Lacustre, habrás escuchado del jarabe de achoque para la tos. Y, ¿por qué contamos esto? Bueno pues resulta que éste se obtiene precisamente de estos animales y se produce desde hace más de 150 años en el Convento María Inmculada de La Salud ubicado en Páztcuaro, Michoacán.

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Imagen de: México Desconocido.

Las monjas de este convento se servían de los productos del Lago de Pátzcuaro así como lo hacían los purhépechas de esa región. Sin embargo, el lago se ha contaminado a tal grado que las especies nativas, como el pescado blanco y el achoque, disminuyeron su población hasta estar actualmente en peligro de extinción. Aunado a la contaminación, la población de achoque se vio mermada también debido a la incorporación de especies exóticas de peces, siendo la más exitosa la carpa de Israel. Al ser ésta una especie bentívora, generan turbidez en el agua ya que succionan y expulsan selectivamente los sedimentos del lago, afectando no solo los sitios de ovopocisión del achoque, sino los de todas las especies endémicas del Lago de Páztcuaro .

Asesoradas por el Fraile Biólogo Gerardo Guerra, las Monjas Dominicas desarrollaron un criadero de estos animales, acondicionando un espacio en el convento mismo. El criadero está registrado con el nombre de Jimbani Erandi, como Unidad de Manejo Ambiental (UMA) ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) desde el año 2000. Las Monjas Dominicas han registrado sus conocimientos en el libro:

-Pérez-Saldaña, M.C., Gutiérrez Acosta M., Morales Francisco, O. y Pérez Saldaña J. 2006. Experiencias de cultivo de achoque (Ambystoma dumerilii) en cautiverio. Monasterio de Dominicas de Orden Predicadores María Inmaculada de la Salud AR. Pátzcuaro, Michoacán.

En donde las autoras comparten:

«Una comunidad religiosa como la nuestra no significa impedimento en el desarrollo científico, ya que por la vocación misma de la Orden Dominicana, que se ha entregado a la investigación respecto del conocimiento teológico y científico en beneficio de la humanidad, se siente amiga de la ciencia y por ende de la naturaleza: puesto que la orientación humanista de la ciencia construye, no destruye; embellece, no deforma; da vida, no muerte; trabaja en favor del hombre y de su hábitat: la Tierra y sus habitantes, no en contra suya»

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Imágenes de: César Carrillo Trueba.

Las aportaciones que hace la UMA Jimbani Erandi son sumamente importantes para la conservación de la especie, y a ella se le han sumado el PIMVS* Jimbani Tzipékua y la UMA del Centro Regional de Investigación Acuícola y Pesquera (CRIP) Páztcuaro, localizadas en la Isla de Janitzio y Páztcuaro respectivamente. En el caso del PIMVS Jimbani Tzipékua, las actividades se centran en la conservación en cautiverio del achoque y, puedes encontrar las instalaciones a 100m del muelle general. Si en algún momento visitas la isla, no dudes en hacer una parada en el PIMVS Jimbani Tzipékua, recibe turistas y grupos de estudiantes libremente, compartiéndoles el conocimiento que tienen sobre esta especie. Por otro lado, la UMA CRIP Pátzcuaro se dedica al estudio, investigación, reproducción y recuperación del achoque, desarrollando actualmente investigación sobre cultivo y manejo del animal, generando información significativa en relación a sus habitos alimenticios, reproductivos y manejo en cautiverio.

*Predios e Instalaciones que Manejan Vida Silvestre

Los trabajos de conservación de las UMAs mencionadas, son divulgados en boletines mensuales de la Red de Achoque, que puedes consultar en la información pública del Instituto Tecnológico Superior de Pátzcuaro, hasta el momento están públicas las primeras dos ediciones.

El estudio del achoque ha avanzado también en términos de bioetnografía, llegando a conjuntar esfuerzos con la región de Xochimilco donde la investigadora Tzintia Velarde tuvo la oportunidad de trabajar, comentando que:

«Los ajolotes están muy estudiados en las cuestiones de metabolismo, de fisiología y de su capacidad de regeneración tisular; los estudios de corte etnobiológico son prácticamente nulos y mucho de lo que hemos hecho es lo único que hay, a pesar de que tienen una distribución amplia que va desde Canadá hasta México»

El trabajo que iniciaron las Monjas Dominicas ha sido un parteaguas en la conservación de esta especie, que si bien lo utilizan para producir el jarabe para la tos, es evidente que son ellas las que más han generado conocimiento en su loable labor, pues crían este animal desde hace más de 30 años.

Para lograr regresar a la especie a su habitat natural, es importante hacer conciencia y trabajar sobre la situación actual de su espacio que ha sido severamente impactado y alterado por las acciones del hombre.

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Imagen de: Quadratin.

Afortunadamente este tema ha captado la atención de las autoridades. Ricardo Luna García, Secretario de Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Territorial (SEMACCDET), ha declarado el año 2018 como Año de la conservación del Achoque, trabajando en el diseño de un programa de conservación efectivo. Además, se ha publicado ya el Manual de Manejo Bajo Cuidado Humano: Achoque, por la Comisión Estatal de Parques Naturales y de la Fauna del Estado de México, el Parque Ecológico Zacango y Amphibian Ark.

Esperemos la conservación de esta especie y el trabajo conjunto para la recuperación, tanto de la población de Achoque, como de su habitat natural: el Lago de Pátzcuaro.

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Foto de portada de: NaturaLista.

 

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